La Revelación de Jesucristo- Conmoción de las Potencias de los Cielos

El sexto sello abre la puerta a un verdadero cataclismo en la tierra y en los cielos. La narración de los hechos descritos por el apóstol Juan una vez que el Cordero ha abierto el sexto sello parecieran extraídos de una película de ciencia ficción, pero en realidad es el cumplimiento a las profecías predichas por varios de los grandes profetas del antiguo testamento como Sofonías y Joel; y por el mismo Señor Jesucristo. Quiero poner al lector sobre aviso, la descripción de los acontecimientos del sexto sello son muy fuertes, en algunas personas, aun siendo cristianas esto les produce mucha ansiedad y hasta cierto temor. Si bien el estado de calamidad que se describe es difícil de entender y asimilar, no olvidemos que Dios tiene el control, Dios todavía está sentado en el trono y el Cordero cuidará de sus ovejas fielmente, como lo ha prometido en el evangelio de Juan, “nadie arrebatara a mis ovejas de mi mano”. Habiendo dicho esto, ahora pasemos directamente a la primera parte de la visión, la cual dice lo siguiente, Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar.” (Apocalipsis 6:12-14). A través del libro de apocalipsis se nos describen varios terremotos, este es solo uno de ellos y uno de magnitud bastante importante, capaz de causar mucha destrucción, no se nos dice su localización, pero mi opinión es que será sentido en toda la tierra y quizá con muchas replicas importantes. Noten que el apóstol narra en el versículo 14 que todo monte y toda isla fueron removidos, es posible que esto haya ocurrido como resultado de dicho terremoto. Acto seguido, el sol se oscurece, la descripción aquí es “como tela de silicio”, la tela de silicio es una tela negra y áspera, se dice que era echa a base de pelo de cabra. Más importante es saber que esta tela se usaba en la antigüedad por algunas personas en señal de duelo por desastres personales o desastres ocurridos a nivel nación. Si bien el apóstol Juan compara la oscuridad del sol con la tela de cilicio solo para que podamos tener una referencia y entender mejor sus palabras, podemos darnos cuenta que también es un símbolo que describe el estado de calamidad en el cual se encuentra el planeta. ¿Qué eventos naturales pudieran causar el oscurecimiento del sol? En mi opinión pudiera ser un eclipse de sol, hay otras opiniones al respecto que no tocaré porque son meras especulaciones, nadie sabe con certeza que es lo que ocurrirá y francamente no es el propósito de esta enseñanza profundizar en las posibles causas del oscurecimiento del sol.

                El oscurecimiento del sol es seguido de un enrojecimiento de la luna, el apóstol la describe como similar al color de la sangre. En estos últimos días ha habido una serie de libros escritos por autores cristianos donde hablan de las lunas de sangre, las así llamadas lunas de sangre están vinculadas a eclipses lunares donde la superficie de la luna toma una tonalidad rojiza. Como ejercicio para usted, hagan una búsqueda en Google, y usen las palabras “eclipse de sol y de luna” y verán las imágenes que bien pudieran describir lo que el apóstol Juan está viendo. Recuerden que en Génesis 1:14 al sol y a la luna se les llama “lumbreras”, y tal como la palabra lo dice, el sol como la luna fueron creados para alumbrar la tierra, para separar el día de la noche, y también servirán como señales para las estaciones. En este versículo 12 el sol y la luna dejan de cumplir su propósito; y como resultado lo que se experimenta en la tierra son unas tinieblas asoladoras. Los profetas del antiguo testamente hacen referencia al oscurecimiento del sol y de la luna como una señal de la inminente venida de nuestro Señor Jesucristo, veamos lo siguiente, El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová.” (Joel 2:31). La profecía del profeta Joel y la visión del apóstol Juan son líneas paralelas, es la voz del mismo espíritu profético de Cristo que guarda armonía y congruencia a través de toda la biblia. ¿Son estos acontecimiento descritos por Juan naturales o provocados por Dios? Bueno, mi opinión es que son eventos controlados por Dios mismo, veamos lo que nos dice el profeta Amos, “Acontecerá en aquel día, dice Jehová el Señor, que haré que se ponga el sol a mediodía, y cubriré de tinieblas la tierra en el día claro.” (Amos 8:9). Dios tiene el control de la naturaleza, recuerden como Dios hizo prolongar un día para que Josué acabara con sus enemigos antes de que cayera la noche, (ver Josué 10:12). Recuerden también que ante el rey Ezequías de Judá, Dios hizo retroceder la sombra diez grados y para tal efecto Dios tuvo que influenciar el movimiento de los cuerpos celestes, (ver 2 Reyes 20: 9-10).

                Después del oscurecimiento de la tierra ocurre otro fenómeno muy interesante, Juan dice que vio a las estrellas caer de los cielos sobre la tierra, para entender su relato, el apóstol compara este evento a un árbol que deja caer sus frutos cuando este es sacudido por el viento, la visión aquí es una lluvia de estrellas que caen con violencia sobre la tierra causando pánico en sus habitantes. Nuevamente, el profeta Joel predice acontecimientos en la tierra previos a la segunda venida de Cristo que guardan paralelismo con las visiones de Juan, la biblia dice, “El sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor.” (Joel 3:15). Algunos proponen que esta lluvia de estrellas es en realidad una lluvia de meteoros que caen sobre la tierra; pudiera ser cierto, pero no especularemos al respecto. Lo cierto es que Dios usará los cuerpos celestes que él ha creado como señales para anunciar su retorno a la tierra.

                Por si esto fuera poco, el apóstol ve también como el cielo se desvanece como un pergamino que se enrolla, en esta gran visión el apóstol ve al cielo esfumarse, prácticamente desaparecer delante de su atónita mirada. Los pergaminos son cortes de piel animal que se usaban en la antigüedad para escribir sobre ellos. Estos se enrollaban una vez que eran escritos para poderlos guardar y transportar. La característica que tienen estos pergaminos es que rápidamente se amoldan en forma de rollo, para leerlos se tenían que desenrollar y sostener sus extremos, cuando se terminaban de leer simplemente se soltaba un extremo y el pergamino se enrollaba por sí solo. “¿Que queda una vez que el pergamino ha sido enrollado? Nada que nuestros ojos puedan ver. Así sucede con la visión de Juan, el cielo fue removido por completo delante de sus ojos. Es difícil imaginar hermanos míos, que después de estos acontecimientos hay algo que todavía subsista en la tierra, “¿habrá algo que todavía quedará en pie? ¿Será la tierra un lugar habitable donde valga la pena vivir? Mi opinión es que todo este planeta tendrá que pasar para dar lugar a la promesa de Dios que nos dice que el hará todas las cosas nuevas. Tenemos varios pasajes bíblicos que indican la creación de un nuevo cielo y una nueva tierra, por ejemplo, en apocalipsis tenemos lo siguiente, “Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.” (Apocalipsis 21:5). El profeta Isaías dijo lo siguiente con respecto a la creación de nuevos cielos y nueva tierra, “Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento.” (Isaías 65:17). Hay quienes han dicho que los cielos nuevos y la tierra nueva son solo alegorías de un mejor lugar, algunos dicen que es la misma tierra antigua pero regenerada o de alguna manera reparada, pero yo no creo esto, yo creo en el cumplimiento real y literal de esta promesa, noten que el profeta dice “crearé”, esto es, hacer de nuevo, esto no es rehacer, es comenzar nuevamente con una nueva creación. Noten también como el profeta se refiere a esta tierra y a este cielo como algo de lo cual no se tendrá más memoria. Finalmente, el apóstol Pedro nos dice lo siguiente, “Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.” (2 Pedro 3:13). Si estos tres versículos no nos convencen de la creación de nuevos cielos y nueva tierra, entonces no habrá nada que lo haga. Pero como buenos hijos obedientes a Dios creamos su palabra y recibiremos bendición. De la boca del Señor tenemos también la siguiente promesa, “El cielo y la tierra pasaran, pero mis palabras no pasaran” (Mateo 24:35).

            La última parte de la visión del sexto sello dice así, Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?” (Apocalipsis 6:15-17). Todos aquellos que quedaron atrás, que no se fueron en el rapto, aquellos que rechazaron a Cristo antes y durante la tribulación, chicos y grandes, correrán para esconderse de la ira del Cordero, para huir de aquel que está sentado en el trono, desearán no haber nacido nunca, desearán morir pero la muerte huirá de ellos, porque tienen una cita con Cristo a quien rechazaron cuando tuvieron la oportunidad de entregarse a él. Hay quienes me dicen, “¿cómo un Dios de amor puede hacer estas cosas? Yo les recuerdo que Dios es también un Dios justo, su amor es grande y no tiene límites, pero aquellos que lo rechazaron sufrirán su justicia. Dios es paciente pero su paciencia no durará por siempre para con el pecador, es por eso que la biblia dice, “buscad a Jehová mientras pueda ser hallado”, porque llegará el día en que la gente desee encontrarlo, pero habrán perdido la oportunidad, la puerta del arca se ha cerrado y fue el Señor mismo quien la cerró, (ver Génesis 7:16). Aquel Cristo que vino al mundo y nació en un humilde pesebre, ahora viene como Rey de reyes y Señor de señores para ajustar cuentas, no viene más con mucha paciencia, sino más bien con mucha ira para los desobedientes. La pregunta se hace, “¿y quién podrá sostenerse en pie delante de la presencia del Cordero?” La respuesta rápida es nadie, nadie podrá permanecer de pie delante de Dios en aquel día, solamente unos pocos no sufrirán daño durante la tribulación, se trata de los 144000 sellados que son protegidos por Dios para que el enemigo no los dañe, pero esto es tema para el próximo estudio cuando veamos el capítulo 7. Muchas gracias por tu atención. 

                “E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.” (Mateo 24:29)

El Señor te bendiga abundantemente

Una respuesta a “La Revelación de Jesucristo- Conmoción de las Potencias de los Cielos

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  1. EL MUNDO ESTÁ EN ESTE MOMENTO COMO ESTABA EXACTAMENTE ANTES DEL DILUVIO, el total derrape rienda suelta a las más bajas oscuras pasiones de la carne, sin Dios, ni amor, ni valores ni moral… ya nada importa solo el vientre.

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